Visión general

El Desierto Blanco, también conocido como Farafra, es un paisaje místico y surrealista situado en la parte occidental del desierto egipcio del Sahara. El nombre de esta maravilla natural procede de las bellas formaciones de piedra caliza blanca que dominan la zona, dándole un aire casi extraterrestre. Las rocas blancas como la tiza han sido moldeadas por el viento durante miles de años, creando formas únicas y fantásticas que confieren al paisaje una calidad de ensueño. Acampar bajo las estrellas es una de las actividades más populares del Desierto Blanco. El desierto abierto proporciona un entorno ideal para observar las estrellas, con una contaminación lumínica mínima y una visión clara del cielo nocturno. Ofrecemos viajes de acampada nocturna, dando a los visitantes la oportunidad de experimentar la pacífica belleza del desierto por la noche y de despertarse con el impresionante amanecer sobre el singular paisaje blanco. Para los que buscan más aventura, el sandboard es una actividad emocionante en el Desierto Blanco. Las interminables dunas de arena proporcionan el terreno perfecto para que los entusiastas del sandboard se deslicen por las laderas, ofreciendo una forma única y estimulante de experimentar la inmensidad del desierto. Muchas excursiones incluyen el sandboarding en sus itinerarios, tanto para principiantes como para expertos.

Visores

Información

Además de sus maravillas naturales, el Desierto Blanco alberga la Montaña de Cristal, otra atracción fascinante. Esta montaña es famosa por sus depósitos de cristal de cuarzo, que crean un efecto centelleante que se suma a la atmósfera de otro mundo de la zona. El Oasis de Bahariya, situado cerca del Desierto Blanco, sirve de punto de entrada para muchos visitantes. La zona está rodeada de palmerales y fuentes termales, que crean un refrescante contraste con el seco entorno desértico. Visitar el oasis puede permitir comprender mejor la historia de la región y el modo de vida tradicional de la gente que habita la zona. Además, el cercano Desierto Negro se caracteriza por rocas volcánicas oscuras y dunas de arena ennegrecida, que ofrecen un marcado contraste con el blanco prístino del entorno. El resultado es una experiencia diversa y dinámica del desierto. En resumen, el Desierto Blanco de Egipto ofrece una belleza surrealista y actividades únicas. Desde acampar bajo el cielo estrellado hasta descender las dunas en sandboard, cada experiencia es inolvidable.